martes, 7 de abril de 2015

Energía por calor

Otro método de producir electricidad es mediante calor aplicado a la unión o junta de dos metales distintos (par térmico), por ejemplo cobre y hierro.
Este fenómeno se puede demostrar retorciendo entres si dos hilos, uno de cobre y otro de hierro, y calentando esta unión. Si se conecta un voltímetro entre los extremos fríos indicará que la corriente fluye a través de los dos hilos.
La corriente suministrada por un par térmico es muy pequeña, pero resulta práctica para su uso en dispositivos sensores de temperatura de precisión.
Características del par térmico
Cuando un hilo de metal, tal como el cobre, se calienta por un extremo, los electrones tienden a moverse desde el lado caliente hacia el más frío. Esto sucede en la mayoría de los metales. Sin embargo, en algunos, tales como el hierro, sucede lo contrario, es decir, los electrones tienden a moverse del lado frío al más caliente.
A una unión de este tipo se le denomina par térmico, termopar o termocupla, y puede producir electricidad tanto tiempo como se le esté aplicando calor. Aunque dos hilos trenzados forman un par térmico, es mucho más eficiente uno construido con dos piezas de metal remachadas o embutidas una en la otra.
Calentando las uniones de dos metales distintos se produce una fuerza electromotriz entre sus extremos fríos
Calentando las uniones de dos metales distintos se produce una fuerza electromotriz entre sus extremos fríos
Los pares térmicos tienen más capacidad de producción de energía que los cristales, pero es todavía muy pequeña si se la compara con la que aportan otras fuentes de energía. El voltaje termoeléctrico depende, principalmente, de la diferencia de temperatura entre la junta y los extremos opuestos de los dos hilos; a mayor diferencia de temperatura mayor será el voltaje obtenido.
Aplicaciones del par térmico
Los pares térmicos son ampliamente utilizados para medir temperaturas, y como sensores en el control automático de temperatura de los equipos electrónicos. El controlador de temperatura del motor de un coche es un ejemplo del uso práctico del par térmico.
Generalmente se usan pares térmicos para medir temperaturas cuando son muy altas, y en donde son inviables los termómetros ordinarios de mercurio o alcohol. Otro ejemplo de empleo del par térmico son los termómetros electrónicos para medir la temperatura corporal, o los utilizados en la cocina profesional.

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